Cada vez con más frecuencia, en los hogares se buscan estancias más acogedoras e integradoras, en las que los espacios compartan momentos y funciones. Un claro ejemplo de este hecho lo encontramos en la decoración de cocinas, el corazón de la casa; antaño, este espacio se destinaba únicamente a cocinar y a comer lo cocinado. Sin embargo, desde hace unos años, la tendencia ha cambiado, y se busca abrirla al resto de la casa. Te contamos cómo hacerlo de manera sencilla, siguiendo estos prácticos consejos de decoración.
¿Cómo conseguir una cocina integrada?
Como ya hemos dicho, el open concept viene pisando con fuerza. Para conseguirlo, lo primordial, como puedes imaginar, es acabar con los espacios separatorios como son las paredes y puertas; si bien, los cambios no acaban ahí, sino que solo es el comienzo. ¡Atento!
Una vez eliminadas las barreras, es necesario conseguir en el espacio un efecto de uniformidad y continuidad. Para conseguirlo, un buen truco es utilizar la misma gama de materiales en ambos espacios, salón y cocina, es la combinación más usual. De este modo, mediante el empleo del mismo tipo de suelo y la misma pintura para toda la estancia, los dos espacios antiguos se funden en uno solo. Así mismo, a la hora de emplear objetos decorativos, es interesante centrarnos en una gama cromática, integrando el color en mobiliario y textiles.
Para continuar con la homogeneización del espacio, nada mejor que un mueble central que sirva de elemento de conexión. Y, en estos casos, ¡no hay duda! Una isla separativa o cualquiera de sus variantes propiciará cocinas integradas. Existen diferentes modalidades: podemos decantarnos por una simple, que nos sirva solo de mesa o encimera; o, por el contrario, podemos dotarla de mayor importancia e incorporarle placa de cocción o fregadero. En el caso de declinar la idea de una isla separativa como nexo de unión, también se puede optar por el comedor como elemento integrador, ya que este supone la transición perfecta entre las funciones de la cocina y del salón, suponiendo una transición muy natural.
Pero… ¿cómo evito la propagación de los olores?
Huelga decir que, a la hora de cocinar, preferimos que el olor se reduzca al menor espacio posible. Es este factor el que genera más dudas a la hora de integrar la cocina, pero no te preocupes, ya que existen opciones que evitarán este suceso.
En primer lugar, se ha de seleccionar una campana con potencia, superior a la empleada en una cocina cerrada. Así mismo, su tamaño también ha de ser mayor, superando al de la placa de cocción. Esto asegura una eliminación eficaz de los olores. Además, también se pueden instalar puertas correderas de cristal, que aíslen la zona de fogones durante su uso.
Como ves, existen muchas posibilidades en la decoración de cocinas, ¿te atreves?