Las mesitas de noche siempre han sido piezas de la decoración de una habitación que han pasado desapercibidas. Generalmente, hemos puesto más atención a elementos como la cama o el armario y hemos dejado de lado estos útiles muebles. Aunque, muchas veces, no nos demos ni cuenta de que están ahí, lo cierto es que son verdaderamente prácticas. Nos permiten tener al lado de la cama todo lo que necesitamos, como el despertador o el móvil, entre otras cosas. Por ello, tenemos que elegir la mesita que mejor se ajuste a nuestras necesidades.
Primer paso: tomar medidas para el hueco de tu mesita de noche
Lo primero es tomar medidas de tu habitación y asegurarte del espacio del que dispones para colocar las mesitas de noche. No hay nada peor que acabar comprando un mueble que no entra en el espacio asignado.
Una de las recomendaciones que solemos hacer a la hora de comprar las mesillas es que sean un poco más bajas que la cama. De esta forma, podrás alcanzar cómodamente todo lo que esté colocado en la superficie y evitar posibles accidentes. Por ello, si quieres que cumpla con este requisito, también deberás medir la altura de tu cama.
Segundo paso: ser prácticos a la hora de elegir la mesita de noche
Después de tener las medidas, debes pensar qué función quieres que cumpla tu mesita de noche. Si solamente quieres dejar el despertador, no necesitarás un diseño complicado y de gran tamaño.
Por el contrario, si te gusta tener cerca de la cama todo lo habido y por haber, deberás elegir modelos más completos e incluso con varios compartimentos. Nunca te conformes con menos de lo que necesitas, pues es un mueble que debe resultar útil y no solamente estético.
Tercer paso: seleccionar el diseño de tu mesita de noche
Una decisión que tienes que tomar es si prefieres que la mesita vaya en línea con el resto de muebles de la habitación o sirva de contrapunto. Dependiendo de la respuesta, deberás decantarte por unos modelos u otros. Entre los principales diseños para mesillas de noche, se encuentran los siguientes:
– Suspendidas. Son las que van colgadas de la pared. Ligeras y muy originales, dan un toque moderno a la estancia. Van muy bien para habitaciones de pequeño tamaño.
– Apoyadas. Tienen patas de diferentes tamaños, colores y formas. Su principal ventaja es que aportan una mayor estabilidad y elegancia.
– Cerradas. Estos modelos son perfectos, si necesitas almacenamiento extra o prefieres mantener tus cosas escondidas.
– Abiertas. Permiten un acceso mucho más fácil a las cosas y dan un toque fresco al cuarto. A medio camino, se encuentran las semiabiertas; que son ideales, si no sabes por cuál decidirte.
– Formas. Hay una infinidad de formas disponibles, desde troncos de árboles a cubos de resina, elaboradas con toda clase de materiales.
Si sabemos escoger una buena mesita de noche, tendremos la aliada perfecta para nuestra comodidad durante muchos años.